Thursday, December 9, 2010

Bonny & Clide (Nicholas Steele, 2010)



El famoso ladrón de bancos Clide Barrow y su nueva novia, Bonny Parker, están organizando una nueva banda con la que hacerse con todo el Estado. Sin embargo, la policía no está dispuesta a permitirle campar a sus anchas y ha encargado al agente Hamer que lo capture vivo o muerto.

Paul Chaplin, guionista, productor y protagonista de esta cinta, ha apostado fuerte en la recreación en clave X de la historia de dos de los más famosos bandidos de Estados Unidos, Bonnie y Clyde, que robaron bancos a lo largo del país durante la Gran Depresión.
  

Y Chaplin, que ha puesto a su director estrella, Nicholas Steele, tras las cámaras, no ha escatimado en gastos y ha preparado una producción de lujo: vestuario, escenarios, localizaciones, atrezzo... un trabajo de producción inmejorable que recuerda a los filmes argumentales de la época dorada. Sin embargo, no todo es producción y los fallos en el trabajo más intelectual (el guión y la estructura del filme) se dejan notar por muchos vestidos de seda acomodados en coches de época que se coloquen en escena.


La historia está clara y es atractiva: un grupo de bandidos y el policía que debe apresarlos. Sin embargo, salvo al principio del filme en dos escenas seguidas bastante pobres (sobre todo la segunda), en toda la película no vemos ninguno de los atracos a bancos que se supone que perpetra la banda de Clide; de hecho, no le vemos cometer ningún delito salvo atar y vejar a un policía que les persigue.


La película intercala sus correrías, juergas y contactos con nuevos socios con los planes de la policía para atraparlo. Se trata de una estructura muy correcta (pese a la falta de atracos), pero Chaplin y Steele fallan al introducir las escenas sexuales. Pese a que son muy satisfactorias, cometen el error de colocar una escena de sexo a cada ocasión: cada vez que se juntan en escena hombres y mujeres o más de dos chicas sabemos que llega una escena de sexo. Y, sin duda, eso es un gran fallo en una película que pretende tener cierta envergadura argumental.


Otra crítica a la parte sexual podría ser el exceso de escenas grupales, que pierden efectividad por ser demasiadas. Sin embargo, yo nunca me quejaré de ver muchas mujeres en una escena sexual salvo si la justificación es un despropósito, y aquí no lo es en exceso (bueno, a veces sí). El equipo de Bluebird Films nos plantea diez escenas sexuales, sólo una de pareja y con cuatro orgías y varios grupos. Un sexo muy bien ejecutado, con algo de anal y, la verdad, que con bastante caos entre tanta gente.



Paul Chaplin, que como jefe de la productora se coloca en siete de las diez escenas, abre el filme tirándose a Natalie Norton y a Phoenix Marie tras atracar su banco sin muchas dificultades. Y, poco después, conquista fácilmente a la debutante Natasha Marley y se la tira en exteriores junto al coche.


La siguiente escena la protagonizan los policías que le quieren dar caza, Dale Dabone, el jefe, y Tommy Gunn, el brazo ejecutor, que disfrutan en la oficina de la compañía de Carolyn Reese, Kiara Diane y Lily Labeau.


Clide (Paul Chaplin) hace un nuevo socio para su banda en una estación de servicio, y este le invita a disfrutar de tres prostitutas encarnadas por Jamey Janes, Krissy Lynn y Sadie West. Y como se queda con ganas, Chaplin se monta un buena orgía en el cabaret con gente como Dani Jensen, India Summer, Jazy Berlin, Jenny Hendrix, Jessica Bangkok, Julia Ann, Kerry Louise, Natasha Marley, Rachel Roxxx, Anthony Rosano, Billy Glyde y Seth Gamble.


La siguiente orgía está más que cogida por los pelos, ya que Chaplin y su banda captura a Tommy Gunn, el policía que les persigue y, antes de dejarlo atado en el lago, le obligan a unirse a un festín entre Bobbi Starr, Dylan Ryder, Julia Ann, Natasha Marley, Billy Glyde, Hill Powers y el propio Paul Chaplin, Tommy Gunn, Will Powers.


Luego tenemos un trío lésbico en una tienda de ropa que tampoco viene muy a cuento entre Alexis Texas, Celeste Star y Natasha Marley. Y justo después, Bonnie y Clide recitan su historia a unos paletos y se montan una orgía con mucho anal en exteriores con ellos: Amber Rayne (muy enérgica, como siempre), Hannah West, Kaci Starr, Johnny Castle, Mr. Pete, Rocco Reed y el propio Chaplin.


No contentos con todo esto, los policías que persiguen a los protagonistas (Chris Johnson, Justice Young y Tommy Gunn) se montan otra miniorgía con las nuevas agentes (Andy San Dimas, Madelyn Marie y Riley Evans). Y acaban la parte sexual Chaplin y Marley en la trampa de Madelyn Marie.


Una parte sexual excesiva y oportunista con casi 50 performers diferentes en una producción enorme y muy cuidada que sirve a Chaplin para maquillar un guión muy normalito al servicio del sexo.


Lo mejor: la cuidada producción

Lo peor: que coloquen una escena de sexo en cada oportunidad













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